Antes de comenzar, es necesario conocer que las perlas pueden dividirse en dos grandes grupos: las perlas naturales, formadas mediante un proceso natural en las valvas de la ostra, y las perlas cultivadas, que son las que con más frecuencia podemos encontrar en los comercios.
Cuando las perlas pierden su peculiar y natural brillo que las caracteriza, es realmente imposible devolverlas a su estado original. De manera popular se dice que “mueren”.
Si quieres saber cómo limpiar perlas en casa, en Monge joyeros te contamos unos sencillos consejos para alargar la vida y la belleza de tus perlas.
Aléjalas de productos químicos
El primer consejo para cuidar tus perlas y mantenerlas como el primer día, está directamente relacionado con la higiene personal. Aunque necesitan agua, no debemos llevarlas puestas cuando nos duchamos y lavamos el cuerpo. Esto es debido a que tanto el champú, como los jabones corporales o las cremas, estropean mucho las perlas.
Posteriormente, debemos evitar que entren en contacto directo con cosméticos, perfumes, alcohol, etc. Por ello, es recomendable maquillarse y perfumarse unos minutos antes de vestir nuestras perlas.
Guárdalas en un lugar seguro
En segundo lugar, debemos guardar las perlas en un lugar adecuado y seguro en el que no se vayan a estropear. El lugar idóneo es aquel en el que se mantenga una temperatura constante y no haya riesgo de desecación.
También hay que evitar que estén en contacto directo con otras joyas, metales o piedras preciosas, para que no se produzca fricción entre ellas, ya que el material de una perla es más blando.
Lo mejor para su estado de conservación es guardarlas en un envoltorio de algodón o terciopelo.
Lávalas después de utilizarlas
El último consejo es limpiar las perlas después de lucirlas. Además de los perfumes y el maquillaje, la sudoración de nuestro cuerpo también les puede afectar, por lo que es recomendable frotarlas con cuidado con un paño suave y humedecido con agua. Así eliminaremos los restos de cosméticos y residuos producidos por nuestro cuerpo.
El agua es necesaria para evitar que la perla se seque. No obstante, debemos evitar que estén sumergidas mucho rato, ya que afecta gravemente al hilo de pasado en collares y pulseras.
En Monge Joyeros esperamos que estos consejos te hayan servido de ayuda. Ahora que ya conoces las claves para conservar tus perlas ¡es la hora de lucirlas y disfrutarlas! Echa un vistazo a nuestro post sobre joyas con perlas y comienza a presumir de elegancia.
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