Para que un árbol crezca grande y fuerte es necesario plantar bien sus semillas. En Monge Joyeros estamos encantados de poder contar con unas valiosas raíces que nos hacen ser lo que somos hoy. Esta semana queremos acercaros a nuestro pasado, y es que habernos convertido en líderes en vanguardia y tecnologías ya viene de años atrás, cuando Lorenzo Araus Azlor plantó la semilla de la innovación en Zaragoza.

Monge Joyeros, vanguardia y tradición

La pasión del actual fundador de Monge Joyeros por la fusión del trabajo artesano y la importancia de la innovación proviene de su abuelo, D. Lorenzo Araus Azlor. Este zaragozano fundó la relojería Araus, situada en la Plaza Sas de Zaragoza, donde pronto fue conocido por su trabajo artesanal y buen trato, convirtiéndose en el primer presidente de la Asociación de Relojeros de Aragón. No obstante, D. Lorenzo no se quedó ahí, sino que siempre buscó ir un paso más allá.

Gracias a lo aprendido en Francia, este relojero aragonés construyó una nueva máquina que supuso un gran avance en las relojerías de la zona, la máquina Loren. Tras crear los primeros bocetos, pronto convirtió estos diseños en una máquina real de la mano de otro gran relojero de la época, Pérez de Mezquía. Esta joya de la relojería aragonesa conseguía lavar los relojes de forma automática, teniendo en cuenta las distintas piezas y engranajes.

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Así pues, la importancia de aplicar la última tecnología acompañada del mimo y cuidado proveniente del trabajo artesano se fue heredando de generación en generación hasta que Javier Monge cogió el relevo. Hoy en día, Monge Joyeros se enorgullece de emplear los mejores avances en joyería y relojería, como la impresión 3D, siempre acompañada del mejor trato a sus clientes y la pasión por lo bien hecho.