La calidad de los materiales que componen una joya es clave en su acabado, diseño, belleza y durabilidad. Uno de los materiales con los que más trabajamos es el
oro de primera ley.
El oro de primera ley es aquel que cuenta con un mínimo de
18 quilates o 18 k, es decir, que en su composición hay
750 milésimas de oro puro por cada 1.000 milésimas. Ese 25% restante se completa con otros metales.
Si quieres
saber más sobre el oro de primera ley, ¡te lo contamos a continuación!
Cómo saber si una pieza es de oro de primera ley
Tal vez a simple vista no sepas distinguir si una joya está elaborada con oro de primera ley o por el contrario su oro es de menos quilates. Para conocer este dato tienes que fijarte en el
sello numérico.
Por ejemplo, si encuentras el número
917 es porque la pieza tiene un
91,7% de pureza y es de
22 quilates, está muy próxima al oro puro. Si el número es
750, su pureza es de un
75% y, como sabes, es
oro de primera ley de 18 quilates. Si estás ante oro de segunda ley podrás ver el número
583, es decir, una pieza de
14 quilates y con un
5.83% de pureza.
Si quieres saber más sobre ello, no te pierdas nuestro
post sobre el significado de los números en las joyas.
Por qué escoger una joya de oro de primera ley
El
oro de 18 quilates o de primera ley posee todos los atributos perfectos para una joya. Esto se debe a que ese 25% de su composición formado por distintos metales le confiere la
dureza de la que carece el oro puro, por ejemplo.
Esta característica es una ventaja que le aportará a la joya
durabilidad y resistencia y ayudará a la
sujeción de piedras preciosas, en el caso de que su diseño las posea. Además,
su precio será mucho menor que si tuviera 22 quilates.
Ahora que ya sabes todas estas curiosidades sobre el oro de primera ley, ha llegado la hora de que conozcas todos los diseños de joyas que se pueden conseguir con él. En
Monge Joyeros encontrarás un sinfín de piezas para todos los gustos, siempre con materiales de primera calidad.