Las piezas de oro siempre han sido una tendencia en joyería gracias a su estilo elegante. Si te encanta este material puedes optar por una joya que esté íntegramente compuesta por oro o que sea de otro material y posea un baño de oro. La primera opción tendrá un precio más elevado y también una mayor resistencia. Sin embargo, la durabilidad de las joyas bañadas dependerá del espesor de la capa, es decir, de su número de micras.
Por este motivo, las joyas bañadas en oro necesitan unos cuidados específicos y más concretos. Si quieres que luzcan igual de perfectas que el primer día, te los contamos a continuación.
Consejos para que tus joyas bañadas en oro se conserven perfectas
Los diseños de Monge Joyeros con baño de oro están elaborados con materiales de la mejor calidad, pero si quieres que su delicada capa dorada se conserve intacta debes prestar atención a algunos aspectos.
- No te pongas la joya para hacer deporte
Si haces ejercicio físico sin haberte quitado tu joya, te arriesgas a que el sudor que produce tu cuerpo entre en contacto con ella y la dañe.
- Quítatela a la hora de maquillarte y perfumarte
Los productos químicos como los cosméticos y los perfumes perjudicarán gravemente el color de la capa de oro de tu joya. ¡Póntela después!
- Mantenla alejada de productos de limpieza
Quítatela si vas a limpiar tu hogar, productos de limpieza como la lejía o los detergentes poseen un efecto que resultará corrosivo para el baño de oro de tu joya.
- No te las pongas cuando vayas a ducharte
Como ves, los productos químicos no son beneficiosos para este tipo de joyas, por ello evita también ponerlo en contacto con el jabón que utilizas para ducharte.
- Guárdala en un joyero
Debes conservarla en un joyero en que la pieza esté protegida de la luz solar y de la humedad y así evitarás que adquiera un aspecto ennegrecido.
Cómo limpiar las joyas bañadas en oro
Aunque hasta ahora te hemos aconsejado mantener la pieza alejada de los químicos, a la hora de limpiarla es aconsejable lavarla con jabón PH neutro y agua tibia mientras las frotas sutilmente con un cepillo de dientes que posea cedras suaves. Al terminar sécala con un paño.
Ahora ya sabes todas las claves para que tus joyas bañadas en oro se conserven intactas durante muchos años, así que no dudes en seguir nuestros consejos para presumir de tus piezas favoritas.
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