El primer diamante sintético fue obtenido en el año 1954 por General Electric, pero no fue hasta la década de los 70 que se consiguió obtener la pureza y tamaño necesarios para venderlos como joyas.

En los últimos años han ganado protagonismo, pero mucha gente se pregunta qué son y cuáles son sus diferencias con respecto a los naturales. En Monge Joyeros te lo explicamos.

Qué es un diamante sintético

Un diamante sintético es un diamante creado en un laboratorio de forma artificial imitando las condiciones del proceso de creación de uno natural.

Por consiguiente, debido a que no ha sido obtenido directamente de la naturaleza, su precio es más barato, hasta un 30% más.

¿Cómo se crean?

Existen 2 métodos para crear diamantes sintéticos, que simplemente aceleran el proceso de formación de los diamantes, que en la naturaleza son el resultado de un proceso químico de miles de millones de años.

  • HPHT (High-pressure high-temperature): En este se somete a un “diamante raíz” a altas presiones y temperaturas para favorecer la formación de cristales.
  • CVD (Chemical vapor deposition): el método más simple y, por tanto, el más empleado. En él se realiza una mezcla de gases de hidrocarburos para obtener el diamante.

Entonces, ¿los diamantes sintéticos son de verdad?

Efectivamente, los diamantes sintéticos son considerados genuinos, pues tienen la misma composición química que los naturales y visualmente son idénticos.

Para poder diferenciarlos sería necesario que fueran examinados por un equipo de profesionales.

Sus únicas diferencias: origen y precio

Como se explicaba anteriormente, el principal rasgo distintivo de un diamante natural respecto de uno artificial es su origen. El primero es obtenido en una mina, cuyas reservas principales están en Rusia, Botsuana y República Democrática del Congo. Sin embargo, el segundo es creado en un laboratorio.

También hay una notable diferencia en su precio. Si bien es cierto que este también depende de su peso en quilates, pureza y color, podemos afirmar que, en general, un diamante artificial es un 30% más barato, ¡pero eso no es todo! Lo más destacado es que se devalúa con mayor facilidad, de manera que van perdiendo su valor con el paso de los años.

¡Ahora ya conoces todo lo que debes saber sobre diamantes sintéticos! No hay duda de que son una opción más que respetable para disfrutar de un producto muy exclusivo, ¡pero cuidado al invertir en ellos!